domingo, 15 de junio de 2008

Capítulo 13


Desorden



Lleva un pequeño bolso, lentes negros, gorro, babuchas y remera. Camina hacia el baño. Vuelve a leer los horarios. Va hacia los asientos. Fuma. Se dirige a la puerta de salida. Observa la gente. Vuelve a los asientos.
Anuncian la salida del ómnibus.

El jefe le dice que lo tiene que despedir. Antes de llegar a su casa, se interna en un bar a tomar whisky. En su casa desembucha el despido.

A las 6:00 se levanta, se da un baño. Sus manos tiemblan mientras sostiene la taza de café.

Se levanta. Limpia, ordena la casa, lava la ropa, hace las compras y cocinar.

En el supermercado el vino no parece muy caro.

El domingo opta por no comprar más el diario.

Por medio de internet logra conseguir un empleo en México.

Compra un buen vino, prepara una buena cena y con su mejor sonrisa por encima de la corbata le abre la puerta a Micaela.
Adrián apaga las velas en la pileta.

Ella llega y lo ve sentado en el patio con la barba escueta y tomando vino.

El martes Micaela llega y lo encuentra tirado en la cama con una botella de vino y todas las sábanas manchadas.

En la cama por las noches se escucha el ruido seco de los golpes.

Una noche de marzo Micaela a los gritos y sangrando sale a las corridas para la comisaría.

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